
En los últimos meses, se ha iniciado el proyecto “Protección de la biodiversidad de artrópodos mejorando la matriz inhóspita del paisaje” perteneciente a la convocatoria de la Agencia Estatal de Investigación del año 2021, dentro de las ayudas a “Proyectos Estratégicos Orientados a la Transición Ecológica y a la Transición Digital” en el marco del Plan Estatal de Investigación Científico-Técnica y de Innovación para el periodo 2021-2023.
La Universidad de Granada es la encargada de la coordinación del proyecto, donde participan, Mario Porcel y Estefanía Rodríguez, investigadores del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) de Málaga y La Mojonera de Almería. El principal objetivo es mejorar y restablecer la biodiversidad natural de artrópodos, mejorando la matriz agrícola en dos sistemas de cultivo representativos del Sur de España (Andalucía), el olivar y la horticultura.
En su comienzo, se está realizando una evaluación de las diferentes infraestructuras ecológicas, como las cubiertas vegetales, los bordes y las áreas de vegetación natural, caracterizadas por tener distinta complejidad, lo que les permite establecer múltiples conexiones entre las áreas bien conservadas, facilitando la supervivencia de ciertos artrópodos. Este proyecto se ha centrado en este grupo de insectos, puesto que, actualmente, son pobres en diversidad y su presencia es importante por su contribución en los servicios ecosistémicos (polinización, control biológico, ciclos de nutrientes, soporte de redes tróficas,…).
Por otra parte, los investigadores encargados del proyecto, han afirmado que esperan recalcar los beneficios que la naturaleza puede aportar a los diferentes cultivos, tanto en el aumento de biodiversidad de los artrópodos como en la economía de los pequeños agricultores. De hecho, en las fincas objeto de estudio, donde se encuentran los olivares de Montefrío (Granada), se va a priorizar la presencia de cubiertas vegetales totales o parciales y/o de restos de poda incorporados al suelo del cultivo. Así, se busca mejorar la situación de pobreza de los suelos del Sur de España, a través del aumento de la materia orgánica, facilitando la asimilación de los nutrientes y la retención e infiltración del agua. Además, señalan que, al convertirse en un suelo más “vivo”, la biodiversidad se va a ver aumentada, contribuyendo al control biológico de plagas y enfermedades de los cultivos.