
Los investigadores de la Unidad de Robótica y Automatización del Instituto Universitario de Investigación en Olivar y Aceites de Oliva (INUO) de la Universidad de Jaén (UJA), Diego Martínez y Javier Gámez, pertenecientes al Grupo de investigación de Robótica, Automática y Visión por Computador de la spin-off ISR (Integración Sensorial y Robótica) y al Departamento de Ingeniería Robótica y Automática de la UJA, han desarrollado un dispositivo portátil con el objetivo de clasificar los aceites de oliva y detectar las posibles adulteraciones de los aceites de oliva con otros aceites de origen vegetal.
Este dispositivo surge del proyecto licitado por la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de la Junta de Andalucía y financiado con fondos Feder denominado “Desarrollo de un dispositivo portátil para la identificación de negativos in situ en el marco de la inspección agroalimentaria oficial: Caracterización del Aceite de Oliva” y consta de tres fases a desarrollar en dos años. Actualmente, se encuentra en la segunda fase del proyecto de compra pública precomercial con el desarrollo del prototipo para construirlo y, finalmente, en la tercera fase, proceder a su validación. De hecho, está previsto que para comienzos del 2024 se pueda realizar una valoración de campo del propio dispositivo.
Diego Martínez ha avanzado que será un dispositivo con el tamaño de un maletín y que será “un poquito más grueso que el de un portátil”. Asimismo, apunta que estará diseñado y programado para poder ser utilizado fácilmente dentro del sector del aceite de oliva, aunque también permitirá la extrapolación de la metodología a otros sectores agroalimentarios como el del vino. La idea es que, al introducir la muestra, y tras un periodo corto de tiempo de respuesta de uno o dos minutos, el dispositivo clasifique el aceite por su calidad según la normativa europea vigente en aceite de oliva virgen extra, virgen o lampante y, por otra parte, pueda detectar e identificar posibles adulteraciones con otras grasas vegetales. Además, añade que el dispositivo integrará dos tecnologías no invasivas: la Espectroscopía del Infrarrojo Cercano (NIR) y la Tecnología Nariz Electrónica (ENOSE) que, según estudios previos, se han considerado efectivas para la obtención de huellas digitales sobre aceites y su correlación con características químicas y organolépticas de los mismos.
Finalmente, los investigadores han destacado que la metodología desarrollada en los laboratorios acreditados para la clasificación de los aceites por su calidad, emplean procedimientos que conllevan tiempo, gasto de consumibles y la destrucción de la muestra. Por otro lado, señalan que las adulteraciones de los aceites de oliva son cada vez más frecuentes y que los métodos empleados “requieren pasos previos complicados, consumiendo gran cantidad de tiempo y dinero”. De ahí surge la relevancia de la misión de este dispositivo, puesto que las tecnologías analíticas no invasivas, convenientemente conectadas con los laboratorios acreditados, pueden ser una alternativa a los métodos de análisis tradicionales tan costosos y con largo período de respuesta.