Todos los principales países productores de Europa, con la excepción de Grecia, esperan caídas significativas en la producción.
Se espera que la producción de aceite de oliva en la Unión Europea caiga a 1,7 millones de toneladas en el año de cosecha 2022/23, según las estimaciones publicadas en el informe de perspectivas agrícolas a corto plazo.
El rendimiento de aceite de oliva de este año representa una caída del 25 por ciento en comparación con el año pasado y está un 20 por ciento por debajo del promedio de los últimos cinco años.
En España e Italia, se espera que la producción se reduzca un 30 por ciento. En Portugal, los funcionarios europeos señalaron que los olivares irrigados de muy alta densidad del Alentejo se vieron menos afectados por la sequía de la Península Ibérica. Sin embargo, se espera que la producción en el país caiga un 40 por ciento en comparación con el año pasado.
Según las proyecciones de la UE, los volúmenes de aceite de oliva caerán en todos los países productores, con la notable excepción de Grecia.
Salvo Grecia, el sur y el oeste de Europa se enfrentaron a uno de los veranos más calurosos de la historia, acompañado de olas de calor y escasez de agua, que afectó al desarrollo de los olivos en momentos críticos.
El indicador combinado de sequía de la UE informó que el 33 por ciento de Europa tuvo un déficit de humedad del suelo en septiembre. Mientras tanto, el 26 por ciento del continente se encuentra en estado de alerta debido a que los cultivos y la vegetación muestran severos signos de estrés hídrico.
El centro enfatizó cómo las extraordinarias condiciones del verano empujaron a muchas autoridades nacionales y regionales a restringir el uso del agua para riego. En algunas regiones, los bajos niveles de los embalses han hecho imposible el riego de los cultivos.
Al igual que al olivar, estas condiciones extremas han afectado a otros cultivos básicos de verano, como el maíz en grano, la soja y el girasol.
Los principales países productores de aceite de oliva de la Unión Europea son también algunos de los mayores consumidores de aceite de oliva del continente. Según el informe, es probable que los niveles más bajos de producción de aceite de oliva se complementen con un aumento de las importaciones.
Además, la menor producción se encuentra entre los factores que impulsan el aumento de los precios del aceite de oliva y puede provocar una disminución de la demanda en algunos mercados extranjeros sensibles a los precios. La UE expresa que las exportaciones podrían caer un 10 por ciento.